Por mucho que nos digan y que nos cuenten, enamorarse es súper difícil, sí, es una tarea nada sencilla, además, para que dos personas enamoradas coincidan en tiempo y espacio tiene que haber una choque de dos estrellas fugaces en un punto de materia gris en un lugar muy lejano de la
Vía Láctea.
Yo, con casi 30 años, tengo que decir que soy una de las afortunadas que me he enamorado, no muchas veces, tan solo dos y media, y solo una de ellas coincidió que se daba el
principio de reciprocidad.La media vez que me enamoré yo era muy joven, él también, fue un romance muy corto, de un mes, más o menos. Me costó cuatro años olvidarlo, creo que en este caso no fue amor, fue obsesión
(todo el mundo cantando el hit del ¿2004?). Ahora, doce años más tarde, lo recuerdo con cierta ternura y creo que mi primero medio amor era muy chú, buena persona y creo que ahora es feliz y sí, me alegro mucho, aunque prefiero tenerlo bien lejitos de mi vida.
El segundo enamoramiento completo
¡ay, el segundo! Ese grandísimo
hijo de peich me rompió el corazón, no una vez, ni dos, tuvo dos años completicos para romperme el corazón. Sin duda, en este caso tampoco se dio el principio de reciprocidad, aunque yo pensaba que sí, había momentos bueno
(que ahora que sé qué son momentos buenos creo que aquellos eran momentos mierda) en los que yo pensaba que sí, que había reciprocidad, pero no. No, no, no, no y no. No había nada de eso. Ahora, seis años después le guardo mucho rencor, creo que es feliz y eso, amigos, eso me jode un montón. Es más, fíjense señores lectores que me siguen desde hace años, nunca he hablado de este ser en este blog, el dolor fue tan grande que hubo una época en la que solo hacía llorar.
El tercer enamoramiento de verdad ha sido el mejor, sin duda, una de las mejores cosas que ha pasado en la vida, no porque se dió el principio de reciprocidad, no solo por eso, también porque amo mucho a AEP y sé que él me súper quiere a mí, de verdad. En otro momento relacionaré la misma sensación que tengo hacia dos personas muy diferentes en mi vida.
