Sacamiento de quicio

Existe un cierto sector de la poblacion que me saca de quicio y que no puedo soportar. Este sector de la población responde a personas con un don de pesadez que no pueden con ellas.

Este tipo de personas se meten en todo, dando consejos que no has pedido. Además, en cuanto le das una contestación como Dior manda te responden con un "no te lo tomes a mal" o un "no quiero molestar" poco apropiado y que te hacen sentir culpable.

Por ejemplo:

Persona pesada: esta planta aquí no está bien, la deberías poner en otro sitio.

Persona que aguanta a persona pesada: A mí me gusta en ese sitio y como esta es mi casa, pues la planta se queda donde está. (Contestación borde cuando ya le han cambiado todas las plantas de sitio).

Persona pesada: No te lo tomes a mal, espero que no te haya sentado mal.

Otro ejemplo de las personas pesadas es estar en medio todo el rato, no se dan cuenta de que su presencia es innecesaria y, a veces, molesta. Pero como las personas pesadas son más listas que las personas no pesadas, justifican su presencia en lugares innecesarios diciendo: "si os molesto, me voy, ¿eh?, yo, lo último que quiero es molestar". ¡Toma ya!

Rebequita

Supongo que estamos en uno de los momentos más altos de la conocida Rebequita, ahora resulta que cierran centros de salud y que los profesores tienen que trabajar más.

A mí me parece bastante injusto lo que está pasando, pero creo firmemente que ésto no es más que una consecuencia de no saber gestionar bien las cosas y, por supuesto, de lo aprovechado que es, por naturaleza, el ser español.

Por ejemplo, cuando las Administraciones Públicas tenían dinero contrataban a mucha gente. Una enfermera tenía que ausentarse cuatro horas para ir al médico y le ponían una sustituta contratada a media jornada que suponía un gasto, en muchos casos, innecesario.

Ahora, como no hay dinero, una enfermera pide 15 días de vacaciones y nadie la sustituye.

El tema de los medicamentos es un tema a parte que debería ser ilustrado en otra entrada, describiendo las pequeñas farmacias que existen en las casas españolas.

Por último, una de las cosas más graves es la picaresca de los ciudadanos.

Existen cosas fatales como, por ejemplo: aprovecharse de los puestos de trabajo públicos, meter a primos, tíos y hermanos en puestos públicos, tener viviendas de protección oficial y no utilizarlas, robar material de los puestos de trabajo públicos y una larga de lista de actividades poco lícitas, aunque, en ocasiones, aprobadas por todos nosotros.

Ahora, los jóvenes tenemos que vivir con la incertidumbre y tener puestos de trabajo poco estables. Ahora, ni los funcionarios ni los jubilados pueden dormir tranquilos.