Vestidos rojo, largo y con escote:

Ahora que han pasado casi ocho meses desde mi primera visita a León, pienso en lo ingenua que era y que cuando escribí esto no sabía lo que realmente iba a pasar, lo que iba a descubrir y lo que iba a conocer...Ay.
Ahora estoy un poco como hecha un lio, vamos a ver, voy a poner un ejemplo en forma de metáfora fácil de entender y sencillito para las mentes resacosas del momento.


Vas un día a una tienda de vestidos súper caros, eres rica y te puedes comprar el vestido que te de la gana, tienes un cuerpazo, por lo tanto, cualquier modelo y forma te quedan de puta madre. Pues bien, vas un día y te súper enamoras de un vestido precioso, joven, moreno, con barba...digo....rojo, largo y con mucho escote. Sólo quieres llevar puesto ese vestido día y noche. El vestido te súper encanta y sabes que ya tienes un vestido al que tienes que respetar y mimar.
Pero por otro lado te atomenta pensar que las próximas veces que visites la tienda sólo puedes ver los demás vestidos, tocarlos y frotarlos (jo, jo), pero nada más, ya te has llevado uno y ahoraaaaa....o cambias de tienda o llevas rojo durante un tiempo...