No doy crédito; primero fue Carmiña Ordónez, después le siguió Jesús Gil, luego Carlos (participante de “La Casa de tu Vida”) y, en estos días Rocío Dúrcal.
Pues hoy llego tan alegremente de la facultad , casi no estudié nada, y enciendo la televisión y me encuentro que el programa “Gente” (conocido por la crónica social y por contar todos los acontecimientos de la España profunda) ha dedicado todo su programa a hablar de la salud de Rocío Jurado. Todos sabíamos el motivo por el cual ella había regresado a España, nadie lo decía en alto, pero todos los sabíamos y lo comentábamos en bajito como si decir: “Viene a España a morir” fuera un mal presagio, pero efectivamente creo que no le queda mucho. Su cáncer se ha extendido hasta el hígado y se teme lo peor para ella, los médicos no han dicho exactamente eso, pero bueno, lo han disfrazado de eufemismos..
Pues nada, hay que hacerle un homenaje a esta chipionera que tantas canciones maravillosas nos ha dado. ¿Quién no ha bailado en la orquesta de su aldea canciones como “una ola”, “señora” y tantos otros éxitos?. La verdad es que no me lo creo, esto me recuerda a cuando murió Diana, no sé, a mi me da la impresión de que los famosos no deberían morir. Es más, tengo una teoría, yo creo que todos los famosos se van a una isla desierta a pasar sus últimos años en el anonimato. Me imagino una isla dónde Diana de Gales sea la charcutera, Pedro Carrasco el fontanero, Lola Flores la maestra de educación física, Jesús Gil el enólogo, Carlos el de “La Casa de tu Vida” el relojero, su madre la dj, Franco el programador informático ( a sus 150 años), Carmiña Ordóñez la escritora pedante, Antonio Flores el director del periódico local, Marilyn Monroe una deportista de élite, Kennedy el arquitecto, Cecilia (la cantante) la modista, Nino Bravo un afanado telefonista, Dodi técnico de lavadoras, Rocío Dúrcal doctora, Elvis comercial de telecomunicaciones, Paquirri propietario de una tienda de complementos, Encarna Sánchez enfermera, Fran Sinatra pescador, Rainiero veterinario....y así, todos los famosos tienen su oficio en la isla desierta en la que han decidido acabar sus días.