El otro día me sucedió una cosa muy curiosa. Como todos sabéis yo estudio en una conocida biblioteca mis oposiciones. Me paso allí una media de 6 horas diarias, entre los libros y los cafés, conozco de vista a todos los seres que allí cohabitan conmigo y más o menos podría mencionar una característica que definiría a cada uno de ellos. Bien, pues hace un par de sábados, y afectado por la magia del Carnaval y por unas cuantas copas, un chico se me acercó y me dijo que me conocía de la biblioteca: sabía qué estudiaba, cómo lo estudiaba, cuánto lo estudiaba...En un principio sentí miedo, creía que este chico era un psicópata que analizaba toda mi vida, pero después de hablar largo y tendido con él mi autoestima empezó a subir como la espuma. El chico en cuestión no había hecho otra cosa más que confesar lo que todos hacemos en las bibliotecas cuando no hallamos la inspiración divina para concentrarnos: analizar a nuestros vecinos de mesa.
Hoy, y sin luces de discoteca, alcohol ni Carnavales, el chico ha venido a hablarme. Es un chico muy majo con el que he vuelto a hablar largo y tendido. Creo que me cae muy bien y he decidido que será mi nuevo camaradita de estudios.
Todo esto me ha hecho pensar sobre la forma de ligar que tenemos actualmente, y no estoy diciendo que el chico éste quisiera ligar conmigo porque igual caigo en un grave error, pero bueno...lo que intento decir es que ahora todo el mundo adquiere pareja o por internet o tras una noche de copas y música., ¿por qué no se puede conocer a alguien especial en el supermercado, el una clase de japonés, en la cola del banco o en una biblioteca?. Ahora puede ser que escriba abducida por las películas norteamericanas que siempre nos han vendido como un chico le pide una cita a una chica en plena calle. Probablemente eso aquí nunca ha sucedido y nuestros padres se conocían o de noche o de la niñez (lógicamente por internet no).
Así que ahora prometo que a mi próximo novio lo conquistare en un lugar no festivo y que el primer beso no se lo daré embriagada ni con un foco refulgente debajo.