Gangosa perdida

Volviendo al chico de la biblioteca, el cual creo que me pretende, aunque no pondría mis zapatos nuevos de zara en el fuego por tal afirmación, estoy un poco obsesionada con él: como yo creo que me pretende y él es tan súper riquiño conmigo y me habla mogollón y me dice cosas como: “No estudies tanto”, “A estudiar ya”, “Hoy no estás en tu sitio”...y cosas por el estilo, todo ello hace que crezca mi “creimiento”.
Además de estar totalmente perturbada con él y hacer cosas como: estar pendiente si ha llegado o no, mirarle mientras estudia, controlar el tiempo de sus descansos...y cosas por el estilo, pues además de todo ello ahora he descubierto que, después de casi 24 años conviviendo conmigo misma, soy gangosa. Sí, gangosa, siempre que él me habla tartamudeo como una desdichada mongola y dijo: “Ho o o o o la la la, po o o o o or aqu u u i essssss tu dddddiiiiii ando”, a mi problema de dicción tengo que añadir los coloretes que se asoman por mis mejillas. No obstante, este es un pequeño aliciente para hacer mis horas de estudio, que son bastantes al día metida en esa biblioteca, mucho más llevaderas y amenas.