Sunday, November 05, 2006


Ayer la Zorra nº2 salió a pasear por la noche, estaba muy cansada y sabía que no tardaría mucho en regresar a casa. Pasada la media noche se encontró al Ser, sí, el Ser con el que había retozado hace meses y con el que ahora mantiene una relación cordial de saludos y poco más. Esta noche el Ser estaba más salidorro de lo normal y le entraba a toda "persona humana" que se encontraba por su camino, según las cuentas de la Zorra nº2 morreó con dos chicas e intentó lo mismo con, al menos, un par de ellas más. No se entiende, pero el chico lograba morrear sin el menos esfuerzo y cuando alguna se le resistía pasaba del tema e iba a por una nueva.
La Zorra nº2 observaba desde la barrera la situación, muy divertida por cierto, no piensen que le fastidó o afectó la escena, al revés, creó en ella una especie de reflexión y empezó solita a filosofar y a pensar si ella era tan falilona (no hay duda que sí) y tan tontina cuando alguien, en concreto el Ser, le entraba.
La gente en el premorreo es tonta, se comporta de un modo estúpido, cambian las facciones, la gesticulación, el tono de voz, la forma de reirse...y todo ello, en la mayoría de los casos, para acabar retozando en el asiento trasero de un coche con alguien que te da igual y del que probablemente no recuerdes el nombre.
Quiero pensar que todo esto es fruto de un bichito hipodérmico que hace cambiar las actitudes de las personas.

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