La noche de ayer fue bien rara, todo marchaba bien. Yo, como es habitual en mí últimamente, me bebí 800 litros de licor café y unas 85 Coronitas con sus respectivos limones. Bailamos mucho, hablamos e hicimos (bueno, hice yo solita) mogollón de monólogos mentales, monólogos mentales que debería de pronunciar ante varios de los hombes que han pasado por mi vida, pero como son tontita, sé que se quedarán en pequeños monólogos mentales que nunca se convertirán en palabras y que nunca saldrán por esta boca de labios finos que Dios me ha dado hace 24 añitos. Bueno....que me lio. Todo muy bien, yo en mi mundo, y viendo a gente que hacía mogollón que no veía: a mi funerario (es una laaarga historia que contaré en otro momento porque no tienen desperdicio), a un súper amiguito del instituto que es muy rápido mentalmente y que hacía como dos años que no veía, a cierto hombre con nombre de pez que si no lo veo en dos años no pasa nada y cierto complemento cuyo nombre empieza por bol y acaba por so.
Después de súper socializar y de sentirme harto lista y querida (que nadie pregunté el porqué de ello), conozco a mi alma gemela, un chico listo y encantador, rápido e irónico, gracioso, nada rayante, culto, calvo y con novia. Sí, con novia, estuve hablanco con él como 96 horas seguidas, yo encantada, hablamois de muchas cosas y bromeamos sobre todos los temas de los que hablamos, yo me sentía súper a gusto y, lo más importante, súper cortejada, no hay nada mejor en el mundo que sentirse súpercortejada (aunque el ser cortejeador tenga novia), total, al final de la larga conversación y de que el chico me súpercortejara y me súperentrada, yo toda digna no morreé con él, no me parecía lo más apropiado, además tampoco me gustaba como para morrearl, este chico era una seudoalmagemela, pero una pseudoalmagemela con la que te irías de viaje, pasearía y tendrías una relación de súper amiguitos, no morreando ni follando ni haciendo ninguma de esas cosas que hacen que te quedes ciego si no son con fines procreadores. En fin...me vuelvo a liar solita, a lo que voy, no morreé con él, pero le dije que si yo fuera su novia no me gustaría que fuera corjeando a otras por ahi, hombre yo soy consciente de que soy encantadora y que igual el pobre chaval no pudo resistirse a mis encantos y no le quedó otro remedio que cortejarme, puede ser, todo puede ser, igual la camiseta de putón verbenero de Berska (Fresca para los amigos) influyó un poco en su decisión final de cortejarme.
Bueno, disfruté y estuvo harto bien, divertido y tal. No obstante, la teoría que llevo estudiando desde hace unos cuantos meses cada vez adquiere más fuerza: la fidelidad no existe y cualquiera es susceptible de llevar una cornamenta en su cabecita o de ponérsela a su pareja.