Wednesday, January 14, 2015

El funerario

Hubo una POO antes de AEP y yo sé que muchos la recordáis, me pasaba la vida intentando encontrar el amor en chicos que no tenían nada que ver conmigo, pero así iban pasando los años y yo iba sabiendo exactamente qué era lo que quería y deseaba para mí.

Muchos de esos chicos no los he vuelto a ver, de otros escapo por vergüenza o por posibles males de ojo que me puedan echar. Pero creo que no hay mejor sitio para poder escribir mis memorias que mi querido blog.

He decidido escribir algunas de estas anécdotas antes de que se me vaya la cabeza y empiece a inventarme o tergiversar las historias/ historietas de amor/ rollos que he vivido en mi adolescencia, mi post adolescencia y mi juventud, siempre antes de conocer a AEP.

Creo recordar que era invierno y que estaba con mis amigas en un pub, también creo recordar que no era un fin de semana, era más bien una víspera de festivo. Yo llevaba una falda naranja de pana, muy bonita que aún conservo y que me había comprado en Madrid, los tres meses que estuve en casa de mi prima.

En esa época yo estaba estudiando oposiciones y tenía un horario de estudio impuesto que tan solo me permitía tener uno o dos días libres a la semana, no lo recuerdo bien, lo que sí recuerdo es que no bebía alcohol como antes, en ese momento se me daba por beber zumitos para poder estudiar al día siguiente ¡MENTIRA! al día siguiente no tenía resaca, pero tenía sueño y dormía en vez de estudiar. Lo de la fuerza de voluntad nunca ha sido una de mis grandes virtudes.

Sigo que se me va la pinza, pues bien, ese día estaba con mis amigas y había un grupo de chicos al lado, uno era bastante más alto que el resto y no dejaba de mirarme (que yo nunca he sido guapa, pero he ligado mucho, yo creo que por la teoría de la accesibilidad, de la que ya os hablaré en otro momento), pues bien, empezó a hablar conmigo un montón y yo, que no había bebido, no estaba muy por la labor de ligar ni nada. Creo que nos fuimos del pub a la discoteca de moda del momento (que sigue siendo la discoteca de moda en la actualidad y en 1994 y en 2002 y en 2009...), allí me volví a encontrar con el chico, que ya me parecía más agradable y resultón y estuvimos mucho tiempo hablando hasta que, tras varias cobras, me besó, nos besamos.

Yo me tenía que ir pronto, quiero que recordéis que al día siguiente tenía que estudiar, así que me despedí de él y me fui, en ese momento me pidió mi número de teléfono y ya.

Días después recibí un mensaje (SMS) del chico  en el que me decía si podíamos quedar un día para dar un paseo por la tarde, yo le dije que me avisara que por qué no, si mi duro horario de opositora me lo permitía. Recuerdo que me quedó de llamar el sábado siguiente.

Durante lo días siguientes nos mandamos algunos mensajes, él como que insistía mucho en quedar el sábado y se le veía bastante ilusionado.

En definitiva, habíamos quedado en que el sábado me llamaría para dar un precioso paseo. Llegó el sábado y no me llamó.

Mi grado de indignación estaba a nivel 9.96 sobre 10, ¿cómo era posible que fuera tan pesado y que insistiera tanto en quedar y que no lo hiciera? la verdad es que estaba bastante enfadada y decidí no darle importancia, en otro momento de mi vida le hubiera mandado un SMS, pero en ese momento no lo hice, el chico no me súper gustaba, pero había herido mi ego, mi preciosos ego hinchado días antes.

Pasaron dos o tres días y yo seguía sin saber nada de él, en el fondo estaba jorobada, pero me decía a mí misma que no pasaba nada, hasta que, de pronto, recibí una llamada que creo recordar que fue algo así:

Poo: Hola.
Chico: Hola, te iba a llamar pero...
Poo: Ah, ¿habías quedado en llamarme?
Chico: Sí, te iba a llamar, pero tuve que trabajar el sábado.
Poo: Ah, ¿trabajas?
Chico: Sí, trabajo en una funeraria.
Poo: .....
Chico: El sábado tuve una urgencia, me llamaron para que llevara un cadáver a Ourense, era algo bastante urgente.
Poo: ....
Chico: Pensé en llamarte...
Poo:...
Chico: Pensé que sería buena idea llamarte y que me acompañaras.
Poo: ....
Chico: Se lo comenté a un amigo "y si le digo a la chica que me acompañe" y mi amigo me dijo: "¿estás loco? ¿cómo la vas a llevar en el coche fúnebre?" entonces me di cuenta de que no sería una buena idea.
Poo:.....
Chico: Entonces, luego no tuve el valor de llamarte y pensé en ponerte una excusa, pero empezamos a hablar y tuve que decirte la verdad.

Yo en ese momento sólo pensaba en lo divertido que iba a ser contar esta anécdota a mis amigas y mis nietos décadas después.

Total, quedamos un día para un café en el que me contó con pelos y señales su viaje a Ourense para llevar el cadáver. También me habló mucho de coches y de los caballos que tienen los coches y de uno de sus grandes sueños: tener un coche con muchos caballos.

Quedamos una vez y nunca más he vuelto a saber de él, ni yo lo volví a llamar ni él me volvió a llamar.

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