Buff, es muy triste abandonar un blog a la buena de Dios. La verdad es que con todas las formas de entretenimiento que existen es muy fácil olvidarte, tú que has estado ahí en los momentos malos, así como en los buenos.

Hoy, por casualidad, me he acordado de ti y de toda la gente que he conocido. Mucha de ella hoy es un fundamental en mis amistades, de otras, me acuerdo de vez en cuando.

Ahora, cuando han pasado miles de años desde mi primera entrada, aquélla que hice despechada por un tío que ni me gustaba realmente, veo la vida al otro lado, con un ser amado (AEP, ¿os acordáis de APE?- no, no es la Asociación Española de Pediatría). Pues ahora hemos creado una familia, vivimos juntos desde hace un par de años y, en el mes de septiembre, decidimos, casi obligados por las circunstancias  ampliar la familia y, así, un 3 de septiembre llegaron a nuestras vidas Flora y Florinda.

Por lo demás tirando, yo nunca había pensado que iba a sufrir por el tema laboral, siempre había pensado para mí una vida laboral larga y bella, con un buen puesto de trabajo y un buen sueldo. En cambio, me imaginaba una vida amorosa llena de sufrimiento, saltando de cabrón en cabrón y llorando por las esquinas, llegando a reuniones de amigos que van con sus parejas con una tarta hecha por mí, con un culo muy gordo de hacer repostería.

Pues no es así, (bueno, lo del culo sí, claro), pero en el amor he tenido mucha suerte, he sufrido mucho, verdad, pero ahora estoy muy feliz, tengo lo que quiero y cada día es mejor (aaagggg, me da cosita decir estas cosas). en cambio, en el tema laboral siempre tengo que luchar, hacer un sobre esfuerzo para sobrevivir y ser independiente.

En fin, hay muchas cosas que contar y, poco a poco, prometo subir entradas y ponerme al día contigo, mi blog querido y adorado.