Cuando empecé este blog tenía 24 años, habían pasado por mi vida muy pocos amores, para ser exactos dos. Aunque empecé contando cómo superar un desamor, realmente no era un "amor", "amor", "amor", más bien era como una especie de capricho, he tenido muchos caprichos a lo largo de mi vida.

Con 24 años ya había amado dos veces, dos mierdas de relaciones en las que siempre hubo una parte débil y una fuerte y, ¿sabéis quién era la parte débil?, Bingo, Poo era la parte débil.

Con 24 años, casi 25, conocí a AEP y todo cambió, la relación soñada llegó y todo fue como la seda, no había dudas, ni malos entendidos, ni dolor, ni inseguridades, ni nada de eso, todo fue bien desde el principio, ahora, 7 años después, todo sigue bien. La verdad es que te pasas toda la vida buscando la relación perfecta y, de pronto, llega y eres feliz y desaprendes a sufrir por amor porque ya hace tanto que no sufres por amor que te parece raro que alguna vez hayas sufrido por amor. Pero por amor se sufre, se sufre mucho, mucho, mucho y es una de las peores sensaciones que se pueden tener. Yo me hacía muchas preguntas cuando sufría por amor, por amor de amor, amor de admiración, amor de pasión, amor de amar, de locura, de enamoramiento de AMOR. 

Yo no me sentía correspondida en mi amor, bueno, a veces sí, a veces no, en conclusión NO. Me hacía preguntas cómo: ¿por qué no me quiere, con lo guay que yo soy? (porque yo de autoestima siempre muy bien, oigan), ¿y si me mira tanto, por qué no me quiere? (a lo mejor me miraba mucho para subir su ego), ¿y si cambio me querrá? (eres idiota, si cambias ya no vas a querer que te quiera), en fin... con los años aprender que las relaciones tienen que ser recíprocas para que sean verdaderas y para que valgan la pena.

Total, aprendí a olvidar a los dos amores anteriores a mi gran amor, es decir, a AEP, la verdad es que siempre pensé que la mejor manera era tenerlos lejos, supongo que porque eran relaciones muy dañinas en las que cualquier contacto podría resurgir todo el dolor sufrido y yo lo volvería a pasar mal, no porque siga enamorada ni nada de eso, sé a quién amo y sé el futuro que quiero, simplemente el hecho de no querer enfrentarse a mis miedo, a mi pasado, a mi sufrimiento, en fin...

Además, siempre pensé que estas dos personas estarían estáticas en el tiempo, que ambas se habrían quedado a principios del reciente siglo sin vivir, sin amar, sin sentir, es decir, que ya no existían, pero sí, queridos amigos, sí que existen y la vida hace que te vuelvas a encontrar y que vuelvas a revivir los malos momentos vividos. Supongo que, desde un punto de vista de supervivencia, lo más natural y sano es volver a huir, no querer saber nada de nadie, pero ahora soy más fuerte y no me da miedo reunirme con alguno de los dos para decirles en su cara que son subnormales.

Seguiré informando...