El río es el Sena y ellos son unos recién casados. Los franceses se van a sacar las fotos de la boda a las orillas del Sena.
Nada que ver con los que viven en esta ciudad. Aquí la gente se las sacan en una hermosa playa con vistas a una presiosa industrial.
Y sí, son unos chinos parisinos.
14 Comments:
Si los chinos vieran mi blog, ¿me podrán denunciar?.
Versión, dime tú que sabes de leye sy de cosas así.
¿Esto quiere decir que estás viendo sitios para casarte con tu NOVIO?
Creo que no Poo. Sitio público bla bla bla. ¿es que no has aprendido nada de lo de Telma Ortiz?
Tienes que saber que en japón está súper de moda para la gente con algo de pasta lo de casarse en París. No tienen por qué ser parisinos.
Esto me recuerda a cuando en Notre damme me encontré a un buenorraco asiático que lo flipas. Incríblemente guapo y exótico.
¿Oye, reina, qué tal tú de tus ladillas?
Aquí en valencia he visto a peña supergarru hacerse fotos con su coche tuneado.
Sí, normalmente en esos casos ella está preñada.
En la boda de mi prima...
en la boda de mi prima...
(sudor, opresión en el pecho)
en la boda de mi prima...
-no puedo-nopuedo-nopuedo...
QUE LO CUENTE!!!!!!!!
Cuéntalo, sino no se vale.
Bueno, pues... conocéis una canción que es así como "en el copa, copacabana..."??
Sí, la concemos todos. Sigue.
Pues el postre consistía en una cesta -cisne de caramelo.
Rellena de helados y frutas.
Plato gigante.
Y el jfe de camareros que con un cisne en cada mano emergió de la oscuridad, porque apagaron las luces, bailando y haciendo malabarismos al ritmo de la cancioncilla. y detrás el resto de camareros.
Con bengalitas.
Jo, jo, jo...yo quiero una boda asín.
Por cierto: la foto la saqué yo en París, no la saqué de internet ni cosas raras...
Sé que no te lo vas a creer, pero esos chinos son mis padres. Flipa.
Sí, yo ya noté que se me parecían a alguien, pero creo que tu padre no es tan barbudo como tú, ¿no?.
:P
Acabo de ampliar la foto y no, me colé. Es que circulaba en mi familia la leyenda de que mis padres eran unos chinos jovencitos que se habían casado hace poco en París, y me emocioné. Pero no, no, qué va, no son ellos: en mi familia nunca miramos para arriba con las manos así, tan entrelazadas. O sea.
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