Corría el mes de noviembre, mi amigo P y yo estábamos en Madrid por motivos que no vienen al caso, mi primo (desde aquí muchos besos primo- padrino) nos había conseguido entradas para ver el Madrid- Valencia. Las entradas, según mi primo, eran malas, arriba de todo, casi al lado del cielo, una persona humana sin miopía casi no podía reconocer a los jugadores desde los citados asientos, a nosotros nos daba igual, con tal de ir a ver un partido en en Bernabeu gratuítamente, como si las entradas estuvieran ubicadas en los baños...
Entramos en el estadio, puerta 28, pasillo f, (o algo así) era un lio, nos fuimos guiando por las instrucciones de las entradas, después de estar un buen rato entre jonys con banderas blancas nos vimos en el campo, es decir, en la grada 10, se veía el campo perfectamente. Yo me alteré, le dije a P que nos habíamos confundido, que éramos harto mongolos y que ni siquirea sabíamos descifrar unas estúpidas entradas de un partido de fútbol. Él, siempre tan sabio, decidió preguntarle a un niñito con un chaleco antirreflectante dónde cojones estaban nuestros asientos, el niño nos dijo: "Aquí, fila siete". No nos los podíamos creer, estábamos casi en el campo, lo veíamos todo megasúperbien y fue es ese momento cuando descubrí el amor...
Él estaba debajo de los palos, como un día más, él no sabía (o igual sí), que había hechos que en mi naciera un sentimiento grande y especial, estaba calentando antes del partido (su cuerpo y el mio) y es tan listo y tan malvado que lanzaba los balones a donde yo estaba, pasaba delante de mi asiento contoneando su cuerpo y pavoneándose, hostigándome a cada moviento de su cuerpo, pero a mi me daba igual, yo lo amaba, sí, en ese momento me di cuenta de que lo amaba y que no podía amar a nadie más en el mundo entero.
Han pasado casi dos años y, según todo el mundo y la prensa rosa, se casará el próximo mes de septiembre con una chica algo mona (pero que tampoco es para tanto) si por lo menos tuviera la oportunidad de que me conozca y de enamorarlo y suspender la boda....¡ay!, me queda mes y medio para tramar algo feo y sucio que haga que "I" no se case con "E".
Por cierto, para tramar mi plan necesitaría saber por dónde sale los sábados Iker Casillas, sería de gran ayuda conocer esa información. Gracias.